RUFINA ALFARO
LA HEROÍNA SANTEÑA
La tradición oral recoge y destaca muchos rasgos y particularidades de la personalidad de nuestra heroína Rufina Alfaro, que al igual que la colombiana Policarpa Salabarrieta y la francesa Doncella de Orleáns, entraron a las páginas de la historia como impulsaras de nuevos designios, al convertirse en soplo inspirador para hombres y mujeres que se dieran la tarea de recorrer nuevos caminos, no muchas veces caminados por los senderos de la paz y el sosiego…
Rufina Alfaro en el año de 1821-dicen no pocos- pudo tener 22 años. De ojos negros y rasgados, cabellera abundante de igual color, trigueña, alta y de contextura delgada, la describen sus coterráneos. Y Las Peñas, donde vio por vez primera los rayos del sol, es allí donde señalan los moradores de la Heroica Villa de Los Santos, como el lugar de nacimiento. Como toda joven interiorana de esos tiempos, se dedico a las actividades domesticas, ayudando a sus progenitores en el desarrollo de las mismas.