Participe en la Danza de la Montezuma Española, interpretando el indio chiquito, luego como abanderado indio para luego interpretar el conocido y apreciado crisolito, siendo considerado en ese entonces como una de las voces màs privilegiadas de la danza, por 30 años. Este legado ha sido transmitido de generación en generación primero a mi hijo Toñito y luego a mi nieto Edevaldo, hasta mis bisnietos les llama la atención." Un hombre trabajador, agricultor, sastre, pescador, artesano para la confección de tarrayas y hasta chofer. a sido acompañado de su incondicional esposa y apoyo Doña Rosa Elida Sáez de Vásquez, una abnegada madre y amiga que laboró por 11 años en la Personería y 22 en el Juzgado Municipal como Secretaria, considerada y admirada como una excelente mecanógrafa.
Gracias por tomarnos en cuenta, y felicito al pueblo de la Villa.
